domingo, 20 de agosto de 2023

EL DON




Tuve una lucha muy grande desde que recibí el don para escuchar el mundo espiritual. Hablo de que mi vida cambió, dio un giro, y al comienzo sentí mucho miedo, porque me perturbaban muchas voces de espíritus malos. En Medio de esa situación, mis pastores oraban por mí y me colocaban las manos sobre mis oídos, para orar por estos.

Cuando hacían esto, yo me hacía muchas preguntas y no entendía nada de verdad, no entendí que era lo que me pasaba realmente. En las noches me perseguían las voces de espíritus, una y otra vez, llamándome siempre por mi segundo nombre: “Anny”, Anny”, Anny”.

Al principio, no supe cómo lidiar con tantas voces que escuchaba, hasta pensaba que estaba loca, recordando que en ese tiempo no tenía mucho conocimiento de Dios, y apenas estaba comenzando a entender quién era Dios y quien era yo dentro de los propósitos que Dios había destinado para mi vida. Una de mis pastoras me aconsejó Ayunar, para que ya no fuera perturbada por los espíritus, y por supuesto me sentía más tranquila después de hacerlo.

Un día en la madrugada me encontraba en la casa de Papá, estábamos durmiendo, y de repente me despierto. En cierto momento, escucho una voz fuerte como un estruendo, esta voz retumbó en mis oídos, y logré entender las primeras palabras las cuales eran: “El fuego lo vio y lo consumirá”, recuerdo que me habló otras palabras, pero no logré entender el otro mensaje, porque parecía que se habían perdido las otras palabras en el aire.

Mi reacción era que temblaba de la impresión y las primeras palabras que salieron de mi boca fueron “Te Reprendo”. La impresión que tuve al escuchar este tipo de voz fue muy fuerte, al punto de aturdirme en los oídos.

De verdad, Ignoraba de que se trataba la voz, antes ya había escuchado la voz del espíritu Santo, la cual es una voz muy suave y apacible que produce paz y también escuchaba voces de espíritus malos, las cuales eran voces perturbadoras que me intimidaban, pero nunca había escuchado una voz que me hablara de esa manera.

Esto es algo curioso, pero bastante gracioso, debido a que nunca antes había escuchado la Voz de Dios, la cual según su palabra dice que es como un trueno o un estruendo:

Job 37:4-5

“Tras él, ruge una voz; truena El con su majestuosa voz, y no retiene los relámpagos mientras se oye su voz. Maravillosamente truena Dios con su voz, haciendo grandes cosas que no comprendemos”.

Job 37:2

“Escuchad atentamente el estruendo de su voz, y el rugido que sale de su boca”.

En este tiempo, yo empecé a creer que debía escuchar mucho de la palabra de Dios, asistía a la congregación, me reunía con mis hermanos de la congregación para participar en diferentes actividades organizadas. Luego de unos meses me animé a recibir discipulado, y así fui constantemente recibiendo del Señor. Mi relación de apego a Dios, fue a partir de lo que escuchaba y esto se volvió una necesidad para mi vida.

Hace días estaba orando en mi habitación, me acosté en mi cama y me quebranté, en un instante logré escuchar la voz de un hombre llamándome muy fuerte “MAYER”, esta voz se escuchó fuerte y clara.

De nuevo, me extrañé al escuchar esta voz, así que salí de mi habitación y revisé si había un hombre que me llamaba desde afuera de mi casa, incluso entré a la otra habitación y le pregunté a mi hermano si él me había llamado, pero no fue así. Después de esto, me quedé pensando en esta voz, pero finalmente puedo creer que fue de nuevo Dios quien llamó mi atención, pero esta vez de una manera diferente.

Dios usa cualquier medio para llamar nuestra atención y él lo hace para despertar en nosotros el Llamado o asignación de parte de él.

1 Pedro 2:9-10

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclaméis las obras maravillosas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

2 corintios 5:18-19

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.


¡Bendiciones!

EL DON

Tuve una lucha muy grande desde que recibí el don para escuchar el mundo espiritual. Hablo de que mi vida cambió, dio un giro, y al comienzo...